La Historia del Undécimo Mandamiento se remonta a 1425, cuando los cargadores de turba ocupaban este mismo edificio. Conectaba el primer centro de la ciudad con la Onze-Lieve-Vrouwekerk (catedral de Nuestra Señora), que en aquel tiempo se encontraba fuera de las murallas de la ciudad.
Existen grabados que datan de 1576 donde se muestra que los pisos superiores de nuestro edificio, en el número 10 de Torfbrug, constituían un emplazamiento idóneo para defender la ciudad de Amberes contra las hordas españolas.
Si bien hay mucha guerra en la historia del Undécimo Mandamiento, también ha sido testigo de paz y armonía. Cuando la casa era propiedad de la iglesia, se la conocía como Het Paradijs (El paraíso).
El Undécimo Mandamiento contiene algo de nostalgia: el espíritu del pasado está presente de forma tangible y no te dejará indiferente, ya que es tan parte de Amberes como el propio nombre de Amberes.
A Los Huéspedes Y Amigos Que Visitan,
Bebed Y Disfrutad, Comed Y Saboread.
Nunca Demasiado Temprano, Nunca Demasiado Tarde… ¿O Sí?
Sonríe Y Sé Feliz, Y Trae A Tu Vecino.